Para las organizaciones innovadoras, tomar conciencia de la menopausia es cada vez más importante. En parte, porque las mujeres en edad menopáusica son el grupo demográfico que crece más rápidamente en el lugar de trabajo. En un contexto en el que la guerra por el talento es intensa, en el que la escasez de competencias es corriente y en el que la Gran Dimisión es en parte impulsada por trabajadores mayores que renuncian a sus puestos de trabajo, es imprescindible que las empresas atraigan y retengan a estos trabajadores maduros y con experiencia.

Aunque no sea el caso de todas las mujeres, la menopausia puede crear problemas en el lugar de trabajo para muchas. De hecho, el Chartered Institute for Personnel and Development (CIPD) del Reino Unido descubrió que tres de cada cinco mujeres menopáusicas sufrían efectos negativos en el trabajo. Además, en EE. UU., casi el 20% de las mujeres menopáusicas renunciaron a su trabajo o lo consideraron. Se trata de un problema muy serio para las empresas, ya que, además de afectar a la retención del personal, se calcula que las pérdidas de productividad provocadas por la menopausia a nivel mundial superan los 150.000 millones USD al año.

Los problemas asociados a la menopausia también afectan directamente a la diversidad y la inclusión. Las actitudes negativas hacia las mujeres que experimentan síntomas menopáusicos pueden acentuarse por el mero sexismo y la discriminación por edad. La menopausia también puede coincidir con la edad en que las mujeres acceden a puestos directivos y de gestión de alto nivel. Por lo tanto, también es vital que la falta de sensibilidad respecto a la menopausia no impida que la dirección y los Consejos sean más diversos y representativos.

La menopausia es la interrupción de la menstruación por la disminución de los niveles hormonales. Por lo general, ocurre entre los 45 y los 55 años, aunque puede adelantarse o retrasarse. Entre los síntomas de la menopausia se encuentran los siguientes:

• Ansiedad

• Sofocos

• Cambios del estado de ánimo

• Niebla mental

• Periodos de menstruación irregulares

• Dolores de cabeza

• Palpitaciones

• Dolor o rigidez articular

• Sudoración por la noche

• Infecciones urinarias recurrentes

Se considera que se llegó a la menopausia cuando la menstruación cesó durante 12 meses. Sin embargo, los síntomas de la menopausia (o, mejor dicho, de la perimenopausia) pueden comenzar a manifestarse meses o años antes. No todas las mujeres padecen síntomas graves, pero para las que los experimentan, pueden resultar muy molestos en todos los ámbitos de la vida, inclusive en el trabajo.

Por lo tanto, es sumamente importante que las empresas se asesoren sobre la menopausia, comprendan sus efectos y que realicen las modificaciones que las trabajadoras en edad menopáusica necesitan. No se trata únicamente de un aspecto esencial de una cultura empresarial positiva y emocionalmente inteligente, sino también de lo que hay que hacer. De hecho, en algunos países, discriminar a las empleadas menopáusicas puede situar a las empresas en el lado equivocado de la ley.

Según Women's Health Concern, las mujeres menopáusicas manifiestan tener diversas dificultades en el trabajo, entre las que se destacan las siguientes:

• Cansancio

• Falta de memoria

• Falta de confianza

• Depresión

• Falta de concentración

Un estudio japonés reveló que las mujeres con un mayor número de síntomas relacionados con la menopausia tenían un menor rendimiento en el trabajo. Sin embargo, esto no es inevitable, ya que el mismo estudio también reveló que tener un trabajo con menos estrés mejoraba el rendimiento. Por supuesto, esto no significa que las mujeres deban cambiar de trabajo a causa de la menopausia, sino que las empresas deben esforzarse por encontrar formas de que sus funciones sean menos estresantes. Por ejemplo, impartiendo capacitaciones sobre cómo controlar el estrés, algo que podría beneficiar a todas las personas, no solo a las empleadas menopáusicas.

Rachel Suff, asesora política sénior de CIPD, señala: "Nuestra recomendación es que si las empresas crean una cultura en la que todas las personas pueden hablar abiertamente sobre cuestiones de salud, como la menopausia, es mucho más probable que las mujeres se sientan seguras a la hora de pedir el apoyo que necesitan para ser eficaces en su trabajo. Los directivos también deben colaborar activamente con los equipos de recursos humanos para averiguar qué medidas sencillas y prácticas pueden adoptarse para ayudar a las mujeres a sentirse más cómodas y capaces de desempeñar su trabajo".

Aunque muchas organizaciones quieran apoyar a las mujeres con menopausia en el lugar de trabajo, lo cierto es que no siempre es fácil saber por dónde empezar.

"Es probable que en casi todos los lugares de trabajo del Reino Unido haya ahora mismo una mujer con menopausia, pero muchos directivos no saben cuál es la mejor forma de apoyarlas", afirma Rachel Suff.

Así que, ¿por dónde empezar?

Infórmate e informa a toda la organización

Gran parte de los líderes, directivos y empleados no saben mucho sobre la menopausia y no entienden cómo puede afectar a las mujeres. Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es informar. Las organizaciones pueden recurrir a especialistas externos en la materia para garantizar que todo el personal tome conciencia del tema. Además, se debe capacitar a los directivos para que manejen con delicadeza el tema de la menopausia.

"En lugar de convertirla en un tabú en el lugar de trabajo, los directivos deben ser capaces de tratar la menopausia como cualquier otro tema de salud y mantener conversaciones abiertas y de apoyo con las mujeres de sus equipos", comenta Rachel Suff.

Crear un espacio seguro para hablar abiertamente

La menopausia puede ser un asunto muy íntimo y las mujeres pueden ser reticentes a hablar del tema, sobre todo si temen que se las discrimine por lo que están viviendo. Para muchas también puede ser un estigma.

Tres de cada diez mujeres con síntomas menopáusicos indicaron al CIPD que no habían podido trabajar debido a ellos. Sin embargo, tres de cada cuatro de ellas consideraban que no podían contarle a su superior el motivo real de su ausencia. Concientizar y fomentar un entorno en el que las personas sientan que pueden hablar abiertamente de la menopausia ayudará a las mujeres a hablar de lo que les ocurre y a encontrar formas de trabajar que les favorezcan.

Crear una política sobre la menopausia

Contar con pautas formales ayudará a tu organización a proporcionar el apoyo adecuado para la menopausia en el trabajo. Además, dará al personal la seguridad de que el problema se toma en serio. Las políticas para las empleadas con síntomas de menopausia podrían incluir:

• Una lista del apoyo disponible (por ejemplo, evaluaciones del lugar de trabajo para asegurarse de que el entorno laboral no empeora los síntomas).

• Pautas sobre el trabajo flexible.

• Pautas sobre permisos.

Realizar adaptaciones.

Unas pequeñas adaptaciones en el entorno y las reglas del lugar de trabajo pueden ayudar a las mujeres menopáusicas a sentirse mucho más cómodas. Por ejemplo:

• Temperaturas ambiente más bajas.

• Ventiladores de mesa.

• Espacios de descanso.

• Descansos más frecuentes.

• Flexibilización de los códigos de vestimenta y uniformes para permitir llevar prendas más frescas y ligeras.

• Apoyo al bienestar emocional (por ejemplo, dar a los empleados acceso a asesoramiento y mindfulness.

• Posibilidad de trabajar desde otro lugar o desde casa

• Permitir que las mujeres tengan modalidades de trabajo más flexibles, para que puedan trabajar cuando se sientan más eficaces.

Lamentablemente, una encuesta realizada a más de 2.000 mujeres reveló que solo un 12% solicitó adaptaciones en el lugar de trabajo, y una de cada cuatro afirmó que el motivo para no hacerlo era su preocupación por la reacción de sus empleadores. Una vez más, fomentar una política de apertura y dar a conocer las políticas relativas a la menopausia ayudará a disipar estos temores.

Considerar la implementación de la licencia por menopausia

Algunos países, como Japón, Indonesia y Corea del Sur, implementaron licencias por menstruación para las trabajadoras que sufren dolores durante el periodo. Ahora, los activistas piden que se introduzca un permiso específico para la menopausia, que sea independiente de la licencia por enfermedad o de las vacaciones. En el Reino Unido, un comité de miembros del Parlamento recomendó a todos los empleados del sector público que pusieran a prueba y evaluaran una política de licencia por menopausia, y varias empresas privadas anunciaron medidas para flexibilizar las licencias por enfermedad de las mujeres menopáusicas. Este tipo de iniciativas pueden contribuir a mantener en la empresa a personas valiosas, ayudándolas a ser productivas y a comprometerse.

"La menopausia es inevitable. Sin embargo, la hemorragia constante de mujeres con talento de nuestro personal no lo es", señaló la presidenta de la Comisión de la Mujer y la Igualdad del Reino Unido, la parlamentaria Caroline Nokes. "El estigma, la vergüenza y las culturas despectivas pueden, y deben, desaparecer. Es imprescindible crear lugares de trabajo (y una sociedad) que no solo apoyen a quienes atraviesan la menopausia, sino que animen a algunas de las trabajadoras más experimentadas y capacitadas de nuestra economía a que prosperen".

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