La lluvia de ideas es una forma de reunir a los miembros del equipo para compartir ideas, resolver problemas y generar inspiración. Debe ser una actividad creativa e integral en la que puedan tratarse los problemas, desarrollarse nuevos productos y servicios, y establecerse planes de acción.

También puede ser una forma de explorar, de replantear problemas en forma de preguntas y no de respuestas para promover nuevas ideas. En una encuesta reciente, se mostró que el 85% de los ejecutivos de alto nivel reconocen que sus organizaciones no diagnostican bien los problemas y tienden a adoptar el "modo solución" con demasiada rapidez. La lluvia de ideas puede ser una forma de evitar las soluciones apresuradas y de buscar una innovación genuina.

Desde un punto de vista psicológico, los académicos identificaron tres fuentes principales de innovación mediante el "cerebro colectivo":

• Serendipia: en una lluvia de ideas, el equipo llega a una solución por accidente mientras colabora en otro asunto.

• Recombinación: las ideas innovadoras surgen cuando se combinan cosas que ya existen de nuevas formas, por ejemplo, la maleta con ruedas.

• Mejora incremental: cuando se mejora algo que ya existe, idea por idea.

Una buena sesión de lluvia de ideas debe estructurarse y administrarse con cuidado para dejar que las ideas fluyan libremente. Esto permitirá a las personas involucradas hacer lo siguiente:

Compartir puntos de vista

Reunir a personas de distintos sectores de la empresa, incluidos distintos rangos, departamentos y especialidades, permite al grupo analizar ideas y soluciones desde nuevas perspectivas. Un grupo diverso aporta diferentes prioridades, opiniones, experiencias y conjuntos de competencias.

Fomentar nuevas formas de pensar

A menudo, la lluvia de ideas es una forma de pensar completamente nueva para los miembros de un equipo acostumbrados a trabajar en estructuras más formales. Tener que aportar muchas ideas nuevas en una estructura más relajada puede ser un desafío, pero tal vez genere resultados inesperados y positivos.

Crear relaciones entre los miembros del equipo

Reunir a las personas con el fin de encontrar soluciones creativas fomenta el desarrollo del trabajo en equipo. Resolver un problema en equipo puede aumentar la moral y la motivación, e incluso crear nuevas relaciones de trabajo.

Aumentar el conocimiento

La lluvia de ideas con personas de distintas áreas de la empresa permite a los participantes ampliar sus conocimientos y comprender lo que hacen otros miembros del equipo y otros departamentos.

Tomar decisiones colectivas

Cualquier solución o idea que surja de una sesión de lluvia de ideas ya tendrá un cierto grado de consenso o apoyo por parte de un grupo (preferiblemente variado). Algunas ideas se entenderán inmediatamente; otras tal vez necesiten desarrollarse. Algunas pueden ser populares y otras no tanto. Pero todo esto puede abordarse a medida que avanza la sesión de lluvia de ideas para evitar dudas sobre el nivel de apoyo a las iniciativas más adelante.

Aumentar la cantidad de nuevas ideas y mejorar su calidad

Si le pides a un grupo que aporte muchas ideas creativas en un lapso de tiempo breve sin prejuicios ni explicaciones, es probable que obtengas más ideas. Y al menos algunas serán buenas. Además, si haces que todo el grupo hable de la mayor cantidad posible de ideas, podrás poner a prueba las posibles soluciones.

Aumentar la inclusión

Organizar una sesión de lluvia de ideas entre las distintas áreas y niveles de la empresa es una forma de permitir que se escuchen varias voces y de recompensar a todos con un mayor sentimiento de pertenencia.

Resolver problemas o plantear nuevas ideas con rapidez

Una buena sesión de lluvia de ideas puede generar infinidad de ideas nuevas, respaldadas por el equipo y con posibilidades de desarrollo.

La lluvia de ideas no solo es útil para crear o mejorar productos o servicios. También puede servir para resolver problemas internos o externos de la empresa, analizar las indicaciones de los clientes con una nueva perspectiva y pensar en cómo aprovechar al máximo las nuevas tecnologías o el desarrollo empresarial. Además, puede ser muy útil reunir a las personas en una sala o de forma virtual para encontrar nuevas maneras de avanzar cuando la rutina y los procesos formales hayan creado un "bloqueo".

Una sesión de lluvia de ideas es menos formal que una reunión normal, pero debe estar estructurada. Para que sea eficaz, los participantes deben entender el propósito de la sesión y sentir que tienen la capacidad y la confianza para contribuir. Desglosemos paso a paso los elementos de una sesión eficaz de lluvia de ideas.

Paso 1: Preparación

Decide quiénes participarán en la sesión. Lo mejor es incluir una combinación diversa de personas que aporten perspectivas nuevas y variadas. Intenta incluir al menos a una o dos personas que no tengan experiencia directa en el tema en cuestión para que aporten una perspectiva "externa" sin el sesgo de la experiencia. Esto ayudará a evitar el pensamiento de grupo.

Una vez que hayas decidido quién participará, piensa en las herramientas que utilizarás. Por ejemplo, ¿necesitarás una sala de reunión virtual o software para crear mapas conceptuales? Prepara todo con anticipación.

Elabora un resumen y distribúyelo antes de la sesión para animar a los participantes a que piensen un poco previamente y tengan algunas ideas iniciales.

Junto con el resumen, distribuye un programa que indique la duración de cada parte. Tener un programa (y respetar el tiempo de forma estricta) ayudará a garantizar que ninguna persona o idea se estanque en los detalles.

Paso 2: Introducción

Al inicio de la sesión, recuerda a todos cuál es el asunto, problema o tema que tiene como objetivo. Deja claro cuál quieres que sea el resultado de la sesión y cuánto tiempo dedicarás a cada idea. Podrás volver a analizar las ideas más sólidas en otro momento.

Es imprescindible hacer énfasis en la libertad para contribuir y transmitir confianza a las personas. Asegúrate de que todos se sientan incluidos y de que sepan que cualquier tipo de idea es bienvenida, aunque sea completamente equivocada.

Paso 3: Descarga de ideas inicial

Céntrate en la cantidad más que en la calidad. Cuantas más ideas originales surjan, mejor. Y acepta las ideas más extravagantes. Aunque al principio puedan parecer descabelladas, tal vez resulten más valiosas e inspiradoras una vez que se desarrollen.

Utiliza elementos visuales en la sesión, como una pizarra, notas adhesivas (físicas o digitales) o bolígrafos de colores. Muchas personas creativas piensan de forma visual, y el uso de herramientas físicas y visuales potenciará su contribución.

Paso 4: Reduce el alcance

Ahora que ya tienes un conjunto inicial de ideas, recurre a la conversación en grupo para reducirlas lógicamente y ver si superan los desafíos.

Además, no olvides tomar fotos de las notas adhesivas más importantes para registrar los resultados.

Para garantizar que la sesión sea un éxito, hay que evitar algunas cosas.

• Criticar o formular objeciones

  Al principio, recompensa las ideas con una respuesta positiva o, si no hay ninguna, continúa. Si es posible, intenta no criticar. Las críticas deben ser siempre constructivas y respetuosas, y pueden plantearse al final de la sesión, cuando se estén acotando las ideas.

• Tener un enfoque poco equilibrado

  Evita que la reunión se centre en un solo aspecto del tema y favorezca a las personas cuyas ideas vayan en la misma dirección.

• Centrarse en la primera buena idea

  Es fácil dejarse llevar por lo que podría parecer una solución, pero el propósito de la lluvia de ideas es presentar la mayor variedad posible de propuestas.

• Prolongar demasiado la sesión

  Una lluvia de ideas puede ser agotadora, y una sesión demasiado larga puede desmotivar y disminuir la cantidad y la calidad de las ideas. Establece un límite de tiempo para que todos sepan cuánto va a durar la sesión y termínala con puntualidad.

Aquí te damos más sugerencias para que tu sesión de lluvia de ideas sea eficaz.

1. Cambio de procesos

Las investigaciones demuestran que el 60% de las personas responden mejor a los estímulos visuales, el 30% trabaja mejor con documentos escritos y el 5% trabaja mejor cuando el aprendizaje y la contribución se hacen de forma táctil. Usa una combinación de actividades, ya sean visuales (mapas mentales, dibujos de colores), escritas (listas, viñetas, notas adhesivas) o prácticas (manipulación de artículos o productos relevantes, desplazamientos por la sala), para aprovechar todo el potencial de cada persona.

2. Lluvia de ideas por escrito

Cada participante anota una idea en una hoja y se la pasa a otra persona. Todos tienen la oportunidad de agregar un punto adicional a la primera idea.

3. Escritura veloz

El grupo debe escribir la mayor cantidad posible de ideas en un (breve) período de tiempo.

4. Turnos

Circula por la sala y, por turnos, pregunta a cada persona lo que piensa. Esto puede funcionar bien con un grupo al que le cueste participar.

5. Juego de rol

Esto también funciona con los participantes más reservados, que suelen expresarse mejor cuando les preguntan cómo creen que pensaría otra persona. Anima al grupo a imaginar qué haría una persona conocida (ajena a la empresa) o un personaje ficticio en la misma situación.

6. Cambio de entorno o ubicación

Un entorno diferente permite dar rienda suelta a la imaginación y pensar con más libertad.

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