Últimamente, se habla mucho sobre un fenómeno que se conoce como "renuncia silenciosa" y su impacto tanto en las empresas como en los empleados. En pocas palabras, la "renuncia silenciosa" se refiere a una forma grave de desentendimiento del personal. Hay una variedad de factores que pueden conducir al desinterés de los empleados, por lo que enfrentar la "renuncia silenciosa" requiere que las empresas adopten un enfoque multifacético. Dicho esto, un ámbito en el que las empresas pueden tener un impacto inmediato es la mejora del compromiso de los empleados durante las reuniones, especialmente las que se realizan a través de videoconferencias diarias.

Después de todo, ¿qué es peor que una reunión demasiado larga e ineficiente? Intenta tener tres videoconferencias de una hora, una detrás de la otra. En la era del trabajo híbrido, en la que algunos de los empleados están en las salas de conferencias, pero otros participan de las reuniones desde su escritorio en la oficina de su casa, el riesgo de que las personas "se desconecten" y no presten atención es demasiado real y común. Ahora las personas pueden apagar la cámara y desconectarse fácilmente, mantener conversaciones paralelas o incluso trabajar en "quién sabe qué" sin que te des cuenta. Piensa en lo caro que puede resultar esto para tu empresa en términos de pérdida de tiempo y dinero.

Por otro lado, cuando las reuniones salen bien, el personal se siente motivado y la empresa avanza. Por eso, debes considerar cada reunión, ya sea en persona o por videollamada, como una inversión en tu equipo y en tu empresa. La buena noticia es que hay medidas sencillas que puedes tomar para hacer que esta inversión sea rentable.

1. Planifica lo que ocurre antes y después de la videollamada

   Gran parte de lo que hace que una reunión sea efectiva, ya sea en persona o por videoconferencia, tiene que ver con lo que viene antes y después. Antes de programar la reunión, es importante entender cuál es el resultado deseado y planificar el orden del día para conseguirlo. Cuando se disponga de poco tiempo, considera la posibilidad de enviar una lectura previa de los temas para poder profundizar en el debate y la toma de decisiones durante la reunión, en lugar perder tiempo compartiendo la información. Al terminar, asegúrate de enviar un resumen breve con los pasos a seguir, los responsables y el calendario. Esto no solo impulsa la responsabilidad entre las personas que asistieron a la reunión, sino que también da a las que no asistieron la oportunidad de participar después.

2. Se intencionalmente inclusivo

   Cuando planifiques la reunión, considera cómo puedes dar a todos los miembros de tu equipo la oportunidad de compartir sus ideas y contribuciones. Es importante que los miembros del equipo se sientan involucrados en el resultado de la reunión, ya que eso no solo generará compromiso durante esta, sino que también les alentará a mantenerlo posteriormente. Cuando pidas que participen, recuerda que no todo el mundo tiene el mismo estilo de comunicación: a algunas personas les gusta hablar en el momento, mientras que otras prefieren tomarse su tiempo antes de hablar y pueden necesitar más tiempo para prepararse.

3. Establece un tono profesional al hacer que las reuniones sean "con cámara"

   Al pedir a los participantes que enciendan la cámara, incluso cuando no estén hablando, también estás enviando el mensaje de que esperas que estén totalmente presentes durante el debate. Y cuando las cámaras están encendidas, se obtiene el feedback no verbal en tiempo real, que es una parte muy importante de las comunicaciones cara a cara.

4. Ten cuidado con la "fatiga de reuniones"

   Nuestros cuerpos no están diseñados para estar sentados constantemente en reuniones, mirando pequeños recuadros en una pantalla. Siempre que sea posible, es importante crear oportunidades para que las personas se levanten y se muevan. Si planeas tener reuniones de más de una hora, considera la posibilidad de incluir pequeños descansos entre ellas. Otro truco es programar las reuniones 5 minutos después de la hora, lo que permite a las personas estirarse y moverse antes de pedirles que aborden un nuevo tema. En un entorno de oficina, esto puede ocurrir de forma natural cuando las personas se desplazan de una sala a otra entre las reuniones. Sin embargo, en el caso de quienes trabajan a distancia, hay que tener más en cuenta el movimiento.

5. Invierte en tecnología que iguale las condiciones de los trabajadores a distancia

   En pocas palabras, los trabajadores remotos también quieren tener relevancia y que sus compañeros y sus líderes reconozcan sus contribuciones. Esto es particularmente importante en los equipos híbridos en los que algunas personas trabajan desde la oficina, pero otras lo hacen a distancia. Aunque no hay nada que sustituya a estar en persona, la tecnología puede ayudar.

Si bien la renuncia silenciosa es un problema común y multifacético, hay medidas tangibles y prácticas que las empresas pueden tomar para ayudar a reducir su impacto. A medida que más empresas cambian su organización a un modelo híbrido, las reuniones virtuales, como las videoconferencias, son cada vez más importantes para el éxito de cada empresa, por lo que mejorar el compromiso durante las videoconferencias debe ser una prioridad.

Si tenemos disciplina a la hora de planificar y llevar a cabo nuestras reuniones, y realizamos inversiones sensatas en tecnología, las empresas pueden dar a todos sus empleados una mayor oportunidad de éxito, impulsar el compromiso y mejorar su rendimiento a largo plazo.

Seguir leyendo