Al pensar en la creatividad en el trabajo, quizá te imagines a arquitectos en sus mesas de dibujo, diseñadores gráficos elaborando ilustraciones para campañas llamativas o diseñadores de moda creando obras maestras en sus máquinas de coser. No caben dudas de que todas estas son actividades creativas en el lugar de trabajo, pero no son el único tipo de creatividad que importa en una empresa.

En su sentido más amplio, la creatividad consiste en tener una mentalidad imaginativa, curiosa y abierta a hacer las cosas de manera diferente. Puede surgir en cualquier persona y no tiene por qué limitarse a ciertos departamentos o puestos de trabajo. Tanto si crees que tienes dotes artísticas o un don natural para el diseño como si no, tu creatividad es una contribución valiosa en tu lugar de trabajo.

Por este motivo, cada vez más empresas adoptan el pensamiento de diseño, un proceso de innovación y resolución de problemas que se desarrolló en los sectores creativos, pero que puede aplicarse a todo tipo de lugares de trabajo. El pensamiento de diseño resuelve problemas centrándose en las experiencias de las personas y la empatía. Si se comprende mejor qué piensan y sienten las personas, y cómo se comportan frente a una interacción, es más fácil encontrar soluciones que funcionen.

El proceso de pensamiento de diseño estimula la concepción de ideas y acepta diferentes enfoques para abordar un desafío creativo determinado. Además, da lugar a la prueba y el error, lo que permite explorar distintas posibilidades.

Para que la creatividad florezca, debe entenderse y valorarse en todos los niveles de la empresa. Los líderes pueden dar el ejemplo de una mentalidad creativa para fomentar una cultura en torno a ella. Si valoran las ideas innovadoras y se muestran abiertos a nuevas soluciones, pueden transmitir el mensaje de que la creatividad y la innovación son bienvenidas. Además, pueden ayudar dedicando tiempo y espacio a la creatividad.

Por intuición, concebimos la creatividad como algo positivo. Ahora bien, desde una perspectiva empresarial, ¿por qué vale la pena priorizar la creatividad en tu empresa? Hay dos factores principales por los que propiciar la creatividad en el lugar de trabajo puede ser una estrategia inteligente para mejorar los resultados de la empresa.

El primer factor es que un lugar de trabajo creativo tiene más probabilidades de ser agradable para los empleados. Se ha demostrado ampliamente que existe un vínculo entre el bienestar y la creatividad. Hay estudios que indican que las personas más felices son más creativas y que la creatividad también nos hace más felices. Según la Saïd Business School de la Universidad de Oxford, los empleados felices no solo son más agradables como compañeros de trabajo y están más comprometidos con su tarea, sino que también son un 13% más productivos.

Además, un entorno creativo puede mejorar la experiencia de los empleados de otras maneras. Por lo general, la creatividad en el trabajo implica colaborar para resolver problemas y trabajar en equipo, lo que fortalece las relaciones laborales y fomenta el sentimiento de pertenencia. Además, el hecho de contribuir a resolver un problema genera un sentimiento de responsabilidad, y los empleados que tienen este sentimiento tienden a comprometerse más en el trabajo.

El segundo beneficio de la creatividad para las organizaciones es su capacidad para impulsar el crecimiento (según datos de Forrester, las empresas con un enfoque creativo crecen 2,6 veces más rápido que el resto) y la innovación. La innovación es lo que ayuda a las empresas a mantenerse vigentes y competitivas en un mercado cambiante. Además, es lo que les permite adaptarse a cambios externos grandes y pequeños, desde cambios regulatorios hasta grandes acontecimientos mundiales. Las empresas que hacen lo que han hecho siempre, aferrándose a los mismos procesos y tecnologías que adoptaron en sus inicios, se vuelven poco a poco más vulnerables a quedarse obsoletas o a que sus competidores las superen con el paso del tiempo.

La creatividad y la innovación son conceptos diferentes, aunque estrechamente relacionados. Como afirma Eli Amdur en Forbes:

"La creatividad es un rasgo (de las personas o de las organizaciones) que conduce a algo nuevo. La innovación es ese algo nuevo".

Por lo tanto, si la innovación es el beneficio para la empresa, la creatividad es el camino que te llevará hasta allí.

En una encuesta realizada por Gallup a aproximadamente 16.000 empleados, se identificaron tres factores como los elementos básicos de un lugar de trabajo creativo.

• Expectativas de ser creativo en el trabajo

• Tiempo para ser creativo

• Libertad para asumir los riesgos necesarios para ser creativo

Ahora bien, ¿cómo se pueden poner en práctica estas ideas? A continuación, enumeramos nueve formas de hacer que tu empresa sea más creativa.

La lluvia de ideas es una técnica para generar ideas que no pierde popularidad, y la mayoría de las personas están familiarizadas con ella. Sin embargo, para que una sesión de lluvia de ideas sea lo más útil posible requiere cierta preparación. Intenta utilizar distintos modos de comunicación, como hablar, escribir, dibujar o contribuir a un documento en grupo. Un ejercicio en grupo también puede ayudar a poner en marcha los mecanismos creativos. Procura que el lugar elegido para la lluvia de ideas disponga de suficiente espacio y que no haya demasiadas interrupciones. La temperatura y el nivel de ruido adecuados también pueden ayudar a reducir el estrés.

Cuanto más variados sean los equipos, más ideas podrán aportar. Está demostrado que existe un vínculo entre las experiencias multiculturales y la creatividad, y las investigaciones demuestran que cuantas más experiencias multiculturales tiene una persona, mayor es su rendimiento en términos de creatividad. Puedes mejorar la creatividad en tu empresa si ofreces a tu equipo un amplio espectro de experiencias culturales, desde distintos orígenes y grupos etarios hasta una diversidad de etnias, capacidades y géneros.

Contratar una fuerza de trabajo más diversa quizá sea un objetivo a mediano o largo plazo, y no algo que puedas poner en práctica ahora mismo. Sin embargo, puedes comenzar de inmediato a aportar ideas nuevas a tu proceso creativo haciendo participar a personas de diferentes equipos, departamentos e incluso niveles jerárquicos.

La resolución creativa de problemas (CPS) es un modelo desarrollado en los años 40 por Alex Osborn, de la Creative Education Foundation. Osborn es también el responsable del fenómeno de la lluvia de ideas, que forma parte del proceso de la CPS. Si quieres hacer frente a un desafío empresarial de forma creativa, la CPS es un proceso de eficacia comprobada que vale la pena tener en cuenta.

La CPS consiste en empezar por pensar de forma divergente, es decir, proponer tantas ideas como sea posible en una sesión de lluvia de ideas, antes de pasar al pensamiento convergente, en el que se seleccionan las propuestas más viables de la lluvia de ideas y se siguen desarrollando. En la CPS, los problemas se plantean como preguntas, que invitan a dar respuestas en forma de soluciones.

Otra característica distintiva del proceso es la respuesta positiva a las sugerencias: siempre "sí y…" en lugar de "no".

Cuando se adopta un enfoque de pensamiento global, se expande la perspectiva para incluir el contexto más amplio de lo que se está analizando. Además de considerarlo en el presente, podrías pensar en cómo y por qué empezó, y qué podría pasar en el futuro si tomas un camino u otro en tu trabajo. El pensamiento global puede evitar que te atasques en los detalles de un problema o desafío, y permitirte avanzar hacia una solución.

Para muchas empresas, la idea de asumir riesgos puede ser un punto de conflicto a la hora de desarrollar una cultura más creativa. Dado que la creatividad implica pensar las cosas de otra manera, puede implicar un cuestionamiento de los procesos, los productos y las formas de trabajar ya establecidos. Además, puede poner en riesgo aspectos como las ganancias y el crecimiento si te aventuras a lo desconocido y pruebas algo que puede no funcionar como esperas.

Sin embargo, el riesgo es un componente inherente a la creatividad, y es importante no dejar que la reticencia a correr riesgos impida a tu empresa cosechar los beneficios. Esto implica dar permiso a los empleados para que propongan ideas que no prosperen y elogiarlos por probar cosas aunque al final no funcionen.

La cultura de la culpa no ayuda a nadie. Cuando algo sale mal, lo primero que debes hacer es descubrir por qué y cuáles son las lecciones se pueden aprender para hacer las cosas de otra manera en el futuro.

La creatividad no es como otras formas de trabajo que permiten aumentar la velocidad incrementando la presión. El proceso creativo de una persona o un equipo podría no ser lineal. Es posible que surjan nuevas ideas y modificaciones de forma impredecible por medio de la intuición. Si bien es cierto que se puede preparar el terreno para propiciar la actividad creativa, no se puede exigir que ocurra más rápido ni que ocurra en absoluto.

Una investigación de la Escuela de Negocios de Harvard sugiere que puede haber un "punto ideal" en el que la creatividad y la presión del tiempo interactúan de forma óptima. Demasiada presión reducirá la creatividad, mientras que la ausencia total de presión podría conducir a un estado de inercia.

Dar a los empleados tiempo y espacio para llevar a cabo proyectos que los apasionen y en los que tengan responsabilidad y autonomía puede reforzar su sentido de responsabilidad y compromiso. También puede ser una forma de aprovechar lo generado a partir del pensamiento divergente durante el proceso de resolución creativa de problemas o de lluvia de ideas (es decir, todo lo que no llegó a la etapa de desarrollo, pero que aún tiene potencial para agregar valor).

La creatividad compartida puede potenciar el aporte de cada persona, ya que la motivación y la inspiración se incrementan cuando el grupo valora y fomenta las ideas. Sin embargo, la colaboración no es lo ideal para todo el mundo, ya que algunas personas se sienten menos inspiradas al trabajar en grupo que a solas. Para que la colaboración sea realmente creativa, es importante que encuentres el equilibrio entre autonomía, trabajo en grupo e intercambio de ideas que mejor se adapte a tu equipo.

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