Cómo evitar el pensamiento grupal

El pensamiento grupal puede llevar a tomar decisiones catastróficas y reprimir la creatividad. ¿Cómo se puede identificar el pensamiento grupal en el lugar de trabajo y cómo se lo supera? Analicémoslo en detalle.

COMPROMISO DE LOS EMPLEADOS | 7 MINUTOS DE LECTURA
how to avoid groupthink - Workplace from Meta

Tu equipo es una unidad indivisible. Todos los miembros están conectados, ya sea que trabajen de forma presencial o remota. La colaboración en equipo es sobresaliente y toman decisiones rápidas. Pero tomémonos un momento para analizarlo. ¿Tienes la certeza de que tu equipo realmente está haciendo su trabajo o podríamos estar frente a un caso de pensamiento grupal?

¿Qué es el pensamiento grupal y por qué es problemático?

¿Qué es el pensamiento grupal y por qué es problemático?

"Pensamiento grupal" parece una expresión salida de la novela 1984 de George Orwell. Sin embargo, la frase fue acuñada en la década de 1970 por el psicólogo Irving L. Janis, quien lo definió como "un impulso psicológico de buscar consenso a toda costa" y lo consideró un factor decisivo en una amplia variedad de debacles políticas de la época, desde la invasión de bahía de Cochinos hasta la escalada de la guerra de Vietnam.

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Según Janis, cuyas teorías fueron desarrolladas por otros psicólogos, el pensamiento grupal tiene lugar cuando las personas buscan llegar a acuerdos cueste lo que cueste y dejan de lado las consecuencias, por temor a que el consenso del equipo se vea afectado. Esto puede traer consigo decisiones desacertadas, si no calamitosas. Es posible identificar indicios de pensamiento grupal en torno a eventos funestos como el bombardeo de Pearl Harbor o el desastre del transbordador espacial Challenger.

Pero, a menor escala, podemos encontrar muchos ejemplos de pensamiento grupal al alcance de la mano, por ejemplo, en el ámbito laboral. Piensa en todas esas campañas publicitarias atroces que inexplicablemente alguien autoriza y aparecen en todas partes. O en esos candidatos completamente incompetentes que, por algún motivo incomprensible, son contratados. Las personas se preguntan cómo es posible que alguien haya tomado semejantes decisiones. Pero si las personas toman estas decisiones en grupos sin que exista un cuestionamiento eficaz, las señales de advertencia pueden pasar desapercibidas, y las organizaciones pueden omitir la consideración de las posibles consecuencias.

No todos los grupos adolecen de pensamiento grupal, por supuesto. Entonces, ¿cuándo ocurre? Según Janis, puede darse cuando el grupo tiene niveles elevados de cohesión y cuando existe un "clima cálido, de camaradería". En sus palabras, "mientras mayor sea la complacencia y el compañerismo entre los miembros de un grupo dedicado a la formulación de políticas, mayor será el peligro de que el pensamiento crítico independiente sea reemplazado por el pensamiento grupal".

Este es uno de los motivos por los cuales la idea de pensamiento grupal supone un desafío tan complejo para cualquier persona que se dedique al trabajo en equipo y la colaboración en equipo. ¿Acaso la cohesión no es una característica deseable en un equipo? ¿La idea no es, acaso, llegar a un consenso? Y ¿qué hay de malo con una dinámica afectuosa con vínculos sólidos entre los miembros del grupo? No es nada fácil aceptar que esa armonía que al grupo tanto le costó lograr pueda tener un efecto nocivo para el éxito de la colaboración. Sin embargo, evitar el pensamiento grupal implica establecer qué grado de solidaridad es conveniente que haya en un equipo.

El problema del pensamiento grupal no tiene que ver con la cohesión. Se vuelve problemática cuando un grupo antepone mantener esa cohesión y buscar consensos a todo lo demás, incluso a la comunicación comercial abierta y honesta y la colaboración que fomenta la creatividad y permite tomar decisiones acertadas. El primer paso para evitar el pensamiento grupal es reconocer, antes que nada, que está ocurriendo. ¿Cómo puedes saber si es un problema presente en tu equipo? Hay varias características del pensamiento grupal a las cuales prestar atención.

¿Cómo se puede identificar el pensamiento grupal en el lugar de trabajo?

¿Cómo se puede identificar el pensamiento grupal en el lugar de trabajo?

Piensa en tu última reunión de equipo. ¿Las personas hicieron preguntas? ¿Fueron críticas con algunas de las ideas planteadas por los demás miembros del equipo? ¿Todos se pusieron de acuerdo rápidamente? ¿Aprendieron algo nuevo o hablaron principalmente de cosas que todos conocen? Las respuestas a estas preguntas podrían darte una idea inicial de si tu equipo está o no en riesgo de caer en el pensamiento grupal.

Para que tenga lugar una colaboración verdadera, es necesario hacer preguntas, cuestionar las ideas y superar las diferencias, por incómodo que pueda resultarles a los miembros del equipo. Y esto puede llevar tiempo, por lo que es posible que no puedan tomar una decisión tan rápidamente. Quizás hasta sea necesario contactar a expertos ajenos al equipo para que les ayude o investigar un poco más para asegurarse de que las decisiones que tomen estén fundamentadas con información adecuada. Pero cuando existe pensamiento grupal, estas cosas no suceden.

Para empezar, no sabrás qué opina el equipo en realidad. Una de las características del pensamiento grupal es que los miembros del equipo censurarán sus opiniones o directamente se abstendrán de opinar. Lo harán por voluntad propia, para evitar exponerse a la crítica. Esto puede deberse a lo que los expertos en comportamiento denominan "presiones reputacionales": no quieren ser rechazados por sus colegas o castigados de alguna forma por las personas con autoridad sobre ellos.

Y si un miembro del grupo sí expresa una opinión disidente o presenta evidencia en contrario, los demás lo presionarán para que cambie de parecer y se encolumne con el resto.

Esto puede redundar en lo que Janis denomina "la ilusión de unanimidad". En otras palabras, parecerá que todos están de acuerdo cuando en realidad no lo están. Las personas no querrán incordiar al equipo ni a ninguno de los demás miembros.

Esta falsa unanimidad podría ser reforzada por la aparición de "guardias de la mente": miembros del equipo que asumen la función de proteger al líder del equipo de cualquier información u opinión que pueda causar problemas o atentar contra el consenso.

Y estos no son los únicos problemas. El pensamiento grupal hace que los equipos crean que son excepcionales, que tienen autoridad moral y que pueden asumir riesgos considerables. Este fenómeno, denominado "ilusión de invulnerabilidad", alienta a las personas a rechazar opiniones externas y promueve la estereotipación negativa de las personas e ideas ajenas al grupo que puedan comprometer el consenso. Las personas buscan maneras de racionalizar sus convicciones para poder ignorar cualquier cosa que pueda obligarlas a reconsiderar sus opiniones o conjeturas o cambiar de rumbo.

En pocas palabras, una vez que el pensamiento grupal se afianza, lo que a simple vista parece ser un grupo armonioso es, en realidad, un vehículo para dar el visto bueno a decisiones imprudentes y apresuradas.

¿Cuáles son las causas del pensamiento grupal?

¿Cuáles son las causas del pensamiento grupal?

No todos los equipos unidos caen víctima del pensamiento grupal. Hay ciertas circunstancias que pueden propiciar su aparición.

Estrés

El pensamiento grupal puede ocurrir cuando las personas se encuentran bajo presión o deben tomar decisiones rápidas, lo que hace que la necesidad de llegar a un consenso, acertado o no, se imponga sobre todo lo demás. También puede ocurrir si un grupo se encuentra bajo algún tipo de amenaza, lo que puede llevar a las personas a aceptar decisiones con las que habitualmente no estarían de acuerdo. En estas situaciones, los grupos buscarán reducir el estrés propio de la toma de decisiones y, para lograrlo, intentarán ponerse de acuerdo rápidamente con el menor grado de confrontación posible.

Liderazgo

Los estilos de liderazgo individuales tienen más probabilidades de dar origen al pensamiento grupal. Janis se refirió a lo que denominó líderes directivos: aquellos que se aferran a sus puntos de vista excluyendo las de los demás. De hecho, un estilo de liderazgo cerrado, en el que el líder expone su opinión desde el principio y deja claro que no quiere considerar puntos de vista o cursos de acción alternativos, favorece el pensamiento grupal.

Aislamiento

El pensamiento grupal puede darse cuando, por la razón que sea, los equipos están aislados de la información procedente del exterior que podría influir en sus decisiones o hacerlos cambiar de parecer.

Homogeneidad

Un grupo que es como un club, en el que la gente se conoce muy bien, o en el que todos proceden de contextos similares y tienen ideas parecidas, puede dar lugar al pensamiento grupal. Los equipos donde no existe la diversidad pueden hacer suposiciones sobre muchas cosas y carecer de perspectivas alternativas para desafiar los prejuicios. La superposición de roles puede hacer que las personas no estén seguras de su contribución al equipo, más allá del mero acuerdo.

Cohesión excesiva

La cohesión en un equipo es deseable, pero es una cuestión de grado. Cuando los miembros de un grupo se vuelven demasiado amigos, puede ser difícil que las personas planteen opiniones discrepantes por miedo a ofenderse mutuamente y a dañar la armonía del grupo.

¿Cómo se supera el pensamiento grupal?

¿Cómo se supera el pensamiento grupal?

Una de las mejores maneras de desafiar el pensamiento grupal es detenerlo antes de que comience, por lo que las organizaciones deben tenerlo en cuenta a la hora de formar equipos. Así como la homogeneidad puede contribuir al pensamiento grupal, la diversidad del equipo puede mitigarlo. Las personas con distintos orígenes ofrecen perspectivas diferentes, por lo que es menos probable que caigan en un consenso cómodo. Busca también una mezcla de personalidades que puedan consultarse entre sí.

Funciones y responsabilidades

También es importante asignar funciones claras a cada miembro. Todos deben ser conscientes de que los miembros tienen una experiencia específica relacionada con su función que aportar, para que los grupos sepan que no están ahí para cubrir el terreno conocido en el que todos se sienten cómodos.

También hay que pensar en el tamaño del grupo. Los psicólogos hallaron una correlación entre los grupos más grandes y el pensamiento grupal, así que, aunque no haya un tamaño ideal, evita agregar miembros innecesariamente.

Liderazgo abierto

El liderazgo es la clave para crear un grupo genuinamente colaborativo. El pensamiento grupal es menos probable cuando el liderazgo abierto solicita, acoge y valora los diferentes puntos de vista. Para los líderes, eso significa hacer lo que predicas sin acallar a la persona que te dice lo que no quieres oír.

En Harvard Business Review, Cass R. Sustain y Reid Hastie hablan de los "efectos cascada", cuando los miembros del grupo se alinean con los dichos de la persona que habló primero. Así que un truco que pueden usar los líderes que quieran desalentar el pensamiento grupal es evitar hablar primero en las reuniones. De este modo, los asistentes no sentirán la presión de tener que coincidir con las opiniones del líder. Y los líderes pueden incluso no asistir a algunas reuniones de grupo, lo que hará que el grupo se sienta más libre para mantener un debate abierto.

Conflicto controlado

Los equipos suelen ver el conflicto como algo negativo, pero mientras no se descontrole, puede ser útil para que aflore el desacuerdo creativo. Para evitar el pensamiento grupal, resiste la tentación de extinguir el conflicto ni bien se origina. En cambio, procura calmar la situación y, luego, escucha a los protagonistas.

A veces, los miembros del equipo pueden ser tímidos a la hora de decir lo que sienten. En esos momentos, puede ser necesario fomentar el debate para que el grupo empiece a ver el problema desde distintos ángulos. Para ello, puedes animar a alguien a hacer de abogado del diablo, interrogar los argumentos y sacar a la luz nuevas perspectivas e ideas.

Janis también tuvo la idea de dividir los equipos en subgrupos que pudieran trabajar en el mismo tema simultáneamente, lo que brinda acceso a diferentes perspectivas. Para evitar el pensamiento grupal, una vez tomada una decisión inicial, hay que celebrar una reunión de "segunda oportunidad" en la que los participantes puedan plantear sus dudas o preguntas antes de tomar una decisión definitiva.

Perspectivas externas

Por último, el grupo tiene que darse cuenta de que no todo empieza y termina con ellos. No siempre pueden aportar toda la información necesaria para tomar la decisión correcta. Busca perspectivas externas, trayendo al grupo a personas de diferentes equipos y a otros expertos para que planteen sus puntos de vista e informen las deliberaciones. Mantén tus grupos abiertos a las influencias externas y a las nuevas ideas, y tendrás un equipo de personas que colaboran realmente, en lugar de pensar como una unidad.

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